lunes, 17 de enero de 2011

SOPA DE AMOR

- Hola. ¡Cuánto tiempo sin vernos!

- Si, la verdad es que si, somos un poco dejados…

- ¡Te invito a cenar! Voy a preparara una cena romántica.
- ¿Romántica o cursi? Jajajaja
- Bueno, eso depende... ¿Qué te gustaría que preparara?
- ¡Una sopa! A ver como eres capaz de hacer una cena romántica con una sopa.
- Está bien, prepararé una “sopa de amor”.
- ¿Sopa de amor? y eso, ¿cómo es?
- Ya lo verás será una sorpresa.

(...)

- Lo primero, gracias por invitarme a cenar. Hacía mucho que no probaba tus delicias culinarias.
- De nada, espero que lo disfrutes.
- Has dejado la mesa preciosa, ¡esto de hacer de anfitriona se te da de miedo!
- Gracias, gracias... Acabaré por ruborizarme. Siéntate, que voy a traerte la “Sopa de Amor”.
- Jajaja, sigues con lo de la sopa de amor. (¿Que será eso?)
- Bien, aquí la tienes.
- ¡Es una sopa de letras! Hacía muchísimo que no tomaba una de estas... creo que desde que las hacía mi abuela los domingos, cuando era pequeño...
- Si, es una sopa de letras... pero también es una “sopa de amor”.
- Jajajaja, que cosas se te ocurren. Pero, ¿por qué dices que es una sopa de amor?
- Me gustaría que lo averiguaras, es más evidente de lo que crees.
- Eeeeeeh... Es una sopa de amor porque la has hecho con mucho cariño, ¿verdad?
- Bueno esa es una de las razones. Anda, pruébala.
- Uhmmm, está riquísima... riquísima. Definitivamente está hecha con mucho cariño y buenos ingredientes. Pero sigo sin saber por qué es una sopa de amor.
- Si no te das cuenta, ¡no te lo voy a decir!
- Bueno, sea de lo que sea, está riquísima.

(...)

- Hola ¡cuánto tiempo!
- Si... desde que me preparaste la sopa de amor. No dejo de penar en ella...
-Ahhh, jajaja, te acuerdas de eso...
- ¡No dejo de penar en ello! Y no entiendo porqué la llamas sopa de amor. Bueno, se que la hiciste con muchísimo cariño y que te hacía mucha ilusión que cenáramos juntos. Pero no me sacas de ahí…
- Ya... es normal que no te des cuenta de los pequeños detalles. Ya estoy muy acostumbrada... Pero me hace ilusión que por lo menos hayas pensado mucho en ello.
- Podrías decirme por qué le pusiste ese nombre...
- Jajajajaja, podría, pero no se si después de tanto tiempo tiene sentido, además es posible que pienses que más que una “sopa de amor” era una “sopa cursi”...
- Venga, ¡no me hagas sufrir más! Si, reconozco mi despiste y que nunca me fijo mucho en los detalles, pero tampoco es para que me hagas sufrir tanto.
- Bien, como estás tan preocupado te lo diré, pero verás que era una tontería. Solo quería llamar tu atención y hacerte sonreír...
- Siempre me haces sonreír!
- Allá va… Me pasé toda la tarde escogiendo las letras del paquete de pasta. Solo estaban las siguientes letras:
E U I R O A M T Q
- ¿Escogiendo las letras? ¿Por qué esas letras?
- Que poca imaginación tienes... En la sopa solo había letras que correspondían a la frase "Te quiero, amor"... Pero vamos, visto lo visto era un detalle demasiado sutil... Jajajaja, no te preocupes, simplemente me retaste con lo de la cena romántica y la sopa y se me ocurrió esta chorrada.
- ¡Joder! Vaya imaginación. Nunca se me habría ocurrido algo así. Y desde luego nunca habría adivinado que dentro de la sopa había un mensaje.
- Ya... nunca miras más allá. Pero ya no tiene importancia... Nos vemos otro día, ¿vale?
- Si, te llamaré... ¡Y gracias otra vez! Creo que tenías razón, era una cena romántica, quizás la cena más romántica y "secreta" que he tenido nunca.
- Jajajaja, de nada... Pero la próxima vez, prométeme que tratarás de ver más allá... CIAO!!!
- ¡Espera! ¿el mensaje iba en serio? ¡Oye! No corras!... se fue… y ahora no se si lo decía en serio… Siempre me pasa lo mismo…

2 comentarios:

  1. Interesante... Este texto me sugiere muchísimas cosas :) ha sido una idea genial y muy, muy original.
    Quiero leer más :)

    Besos de cristal

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  2. Gracias Euforia, trataré de seguir escribiendo y mientras tanto disfrutaré también de tu blog.
    Besos.

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